EUROPA
PRESS
17
mayo 2017
Un nuevo estudio genético a gran escala encontró que el bajo
índice de masa corporal (IMC) es probable que no sea un factor de riesgo causal
para la enfermedad de Alzheimer, como una investigación anterior había
sugerido, de acuerdo con un estudio publicado en el Endocrine
Society Journal of Clinical Endocrinology &
Metabolismo.
"Aunque
estudios anteriores encontraron una asociación entre la enfermedad de Alzheimer
y bajo IMC, los nuevos hallazgos sugieren que no es una relación causal",
afirma el autor principal del estudio, Ruth Frikke-Schmidt,
de 'Rigshospitalet' en Copenhague, Dinamarca, y
profesor asociado de investigación en la Universidad de Copenhague.
"La
asociación probablemente puede explicarse por el hecho de que las personas con
enfermedad de Alzheimer son más propensos a tener un IMC bajo debido a la
pérdida de apetito y la pérdida de peso en las primeras etapas de la
enfermedad", plantea este investigador.
Más de
5 millones de estadounidenses padecen la enfermedad de Alzheimer, de acuerdo
con el Informe de 2017 sobre hechos y cifras de la Asociación de Alzheimer. La
enfermedad afecta al cerebro y es una forma común de demencia; la sexta causa
principal de muerte en Estados Unidos.
Para
examinar la asociación entre la enfermedad de Alzheimer y el bajo IMC, los
investigadores analizaron muestras de sangre y ADN de 95.578 participantes en
el Estudio de Población General de Copenhague (CGPS). De los participantes, 645
individuos desarrollaron la enfermedad de Alzheimer.
Los
autores analizaron el ADN de los participantes del estudio para ver la
presencia de cinco variantes genéticas que tienen fuertes asociaciones con el
IMC. Sobre la base de cuántas variantes se encontraron, se dividió a los
participantes en cuatro grupos para reflejar la probabilidad de bajo IMC.
También se analizaron datos de hasta 249.796 individuos que participaron en el
consorcio de Investigación Genética de Rasgos Antropométricos (GIANT, por sus
siglas en inglés) sobre las variantes genéticas estrechamente vinculadas al
bajo IMC.
El
análisis encontró que la presencia de las variantes genéticas vinculadas a un
bajo IMC no se asoció con un mayor riesgo de enfermedad de Alzheimer. Para
comparar, los investigadores examinaron si los individuos con las variaciones
genéticas conectadas al IMC alto presentaban más probabilidades de tener
diabetes del tipo 2 y hallaron la relación causal esperada.
"Encontramos
que los individuos con bajo IMC durante toda la vida debido a la variación
genética no estaban en mayor riesgo de enfermedad de Alzheimer", sentencia
Frikke-Schmidt. Los hallazgos destacan que probar la
causalidad de un factor de riesgo es fundamental antes de considerar cambios en
las recomendaciones de salud pública basadas únicamente en datos observacionales.